Aunque las llamadas han quedado relegadas a un segundo plano para varios s en los teléfonos inteligentes, hay otros muchos que todavía siguen llamando. Gracias a las llamadas, podemos conversar con personas que tenemos lejos y sentirlas más cerca. Pero todo plan de hablar con nuestros seres queridos a la distancia puede truncarse si el sonido no se escucha bien. En ocasiones, la solución para mejorar la calidad del audio es muy sencilla.
¿El sonido al otro lado de la línea en una llamada lo escuchas bajo? ¿Escuchas ruidos extraños? ¿No llegas a entender lo que dicen con claridad? Si ni tú ni la persona al otro lado tiene problemas de cobertura, tal vez se trate de un problema con los altavoces de tu smartphone o una mala configuración. Antes de dar por perdido tu móvil y llevarlo a arreglar a una tienda de reparaciones puedes probar con los trucos y consejos que os desvelamos en esta publicación de ADSLZone.
Sube el volumen de la llamada
Algunos smartphones actuales tienen la barra del volumen de las llamadas aparte del sonido general del dispositivo. Por ese motivo, es importante cerciorarse de que subimos el audio de la conversación telefónica. Basta con presionar los botones laterales que corresponden al volumen cuando estamos en la llamada.
Comprueba por dónde sale el audio y, después, trata de no taparlo con los dedos o algo parecido. De este modo, permitirás que el móvil pueda reproducir lo que se está diciendo desde el otro lado de la línea sin complicaciones.
Limpia los altavoces integrados
Con el uso del teléfono inteligente, es normal que se vaya ensuciando. Sobre todo por la zona de los puertos y demás recovecos del aparato. Por esa razón, es conveniente hacer una correcta limpieza cada cierto tiempo. Si notas que los altavoces no funcionan correctamente y te impide escuchar bien una conversación telefónica, es hora que pruebes a quitar la suciedad que hay en los huecos del altavoz.
Para quitar el polvo u otros elementos que podrían obstruir las ranuras de los altavoces integrados, es importante hacerlo con cuidado. Si no quieres dañar el dispositivo, prueba a utilizar una aguja o palillo de plástico (cuidado con los de madera que pueden romperse) e ilumina bien la zona para evitar introducir más la suciedad y arrastrarla hacia afuera.