Es posible que, cuando copias tus archivos a una memoria USB, te relajes pensando que ya están seguros para siempre. Lo cierto es que no deberías quedarte demasiado tranquilo. Aunque puedas creer que estás almacenando tus documentos en memorias robustas que nada podría dañar, tienes que saber que estos dispositivos tienen una durabilidad como la práctica mayoría de productos tecnológicos. Toma nota, porque quizá tengas que revisar tus memorias más antiguas.
A todos nos ha ocurrido: Hemos hecho una copia de seguridad de diferentes archivos en nuestra memorias USB y, mucho tiempo después, hemos tratado de acceder a ellos y, o bien no recordábamos dónde hemos guardado el lápiz USB, o nuestro pendrive no funcionaba. Si bien es cierto que con el primer problema no queda otra que ser más organizado, respecto al segundo sí que podemos poner remedio inmediato: tener en cuenta su durabilidad.
Las memorias USB tienen durabilidad y una fecha de caducidad que, si bien no es exacta, sí que establece un periodo de tiempo mínimo. A partir de ese momento, el dispositivo puede sufrir daños internos y que los archivos que hayas almacenado dentro se pierdan o acaben corruptos. Por eso, es mejor no confiarse demasiado.
Memoria segura, pero solo de momento
Hablamos de las memorias USB de formato pendrive, los sticks USB de toda la vida que seguro que tienes por casa. Este tipo de dispositivo de almacenamiento cuenta con tecnología de memoria flash NAND, la cual garantiza que los datos quedarán protegidos en todo momento. Solo hay que copiarlos y luego desconectar el dispositivo del ordenador donde estuvieras haciendo la copia. A partir de ahí ya estarán guardados.
En otro orden de cosas, debes saber que el polvo no es un buen amigo de las memorias USB, así que trata de mantenerlo todo lo alejado que puedas. Lo mismo se puede decir del agua. Aunque te pueda parecer lógico, nunca olvides que el agua es realmente nociva en el o con las memorias USB. Por mucho que creas que el plástico exterior protege la unidad, lo cierto es que un poco de agua puede llegar a ser devastadora para el estado de la memoria. Si bien no tan peligroso, tampoco es recomendable que toques los os del pendrive directamente con los dedos.
No manipular el USB
En realidad, no hay ninguna necesidad de que lo hagas. Las memorias USB tienen una forma por la cual las puedes conectar fácilmente al ordenador y extraerlas sin tener que tocar el punto de o. Si tocases el conector de la memoria lo que estarías haciendo sería exponerte a que esta sufriera el o de tu sudor o del aceite que tenemos en la piel. Eso haría que el estado del dispositivo pudiera verse afectado, así que, aunque normalmente nos olvidemos de este riesgo, trata siempre de evitar el o directo.
En resumen, se trata de tener cierto sentido común para evitar exponer a nuestra memoria USB a riesgos innecesarios y, al mismo tiempo, tener en cuenta los consejos que hemos mencionado con el objetivo de alargar su vida útil al máximo y evitar sorpresas que pueden causar un estrago si no contamos con un respaldo de los datos. Siguiendo estas recomendaciones mejorarás su tiempo de utilidad, pero recuerda que en cualquier caso no serán eternas y deberás tomar otro tipo de precauciones para asegurarte de que no pierdes ninguno de los datos que tengas almacenados en ellas.
Consejos de Kingston
Además de los tips previamente enumerados, el famoso fabricante de pendrives Kingston tiene su propia guía sobre cuidados para garantizar que la memoria externa nos dure el máximo tiempo posible. Estos son sus consejos:
- Cuidado con que el PC se apague mientras se están transfiriendo datos: no será un problema en los ordenadores de sobremesa, pero si ves que tu portátil se está quedando sin batería mientras estás copiando archivos del PC al pen o viceversa, cárgalo antes de que se apague en mitad del proceso. Esto puede corromper los archivos o dañarlos, y hacer que se vuelvan irrecuperables.
- Expulsar el USB de forma segura: este es el mandato más conocido. Acostúmbrate a expulsar de forma segura la memoria tanto en Windows como en Mac en lugar de simplemente desenchufarlo.
- Guárdalo en alguna funda de plástico: desde Kingston aseguran que sus productos están preparados para soportar una gran carga de electricidad estática, pero aun así, no está de más que lo guardes en una pequeña funda o caja de plástico para que el roce con la ropa u otros materiales no pueda afectar al pen.
- No lo fuerces al conectarlo: los pendrives, normalmente, están diseñados para encajar solo desde un lado. Si al conectarlo ves que no encaja, inténtalo de nuevo por el otro lado, pero no lo fuerces contra el puerto del PC. Puedes ponerle una pegatina sobre el lado correcto para que te acuerdes.
- Llévalo en el equipaje de mano en viajes en avión: desde Kingston señalan que, tras varios estudios, no se han encontrado evidencias de que los rayos-X de los controles de seguridad en aeropuertos dañen estas memorias externas. Pero, aun así, recomiendan llevarlo en equipaje de mano, en lugar de en el de bodega.
- Ten siempre preparada una copia de seguridad: Como venimos diciendo, los pendrive no son infalibles, así que ten siempre una copia de seguridad lo más actualizada posible para que, en caso de que ocurra algo, las pérdidas sean lo mínimas posible.
¿Es mejor un CD o un Pendrive?
Pese a que todos vemos un CD o DVD mucho más frágil que un pendrive, y en cierto modo lo es, su capacidad de almacenamiento en el tiempo es mucho mayor, y un disco bien conservado podría durar hasta 20 veces más que una memoria USB, es decir, unos 200 años.
Eso sí, la conservación del mismo tiene que ser mejor que la de un pendrive, ya que es mucho más fácil romperlo o rayarlo de forma involuntaria. Sin embargo, a nivel de pérdida de información, la forma en la que la almacena es más segura, y si guardas ambos dispositivos de forma protegida durante mucho tiempo, un CD será mejor opción.
En resumen, si piensas tener una copia de seguridad de algún dato importante durante muchos años parada, es mejor que hagas un par de ellas, y que sea un CD quien almacene una de estas, seguro que algún día lo agradeces.