Las vulnerabilidades descubiertas en WPA2 hicieron que los cuerpos de estandarización se pusieran manos a la obra para crear un nuevo cifrado que fuera seguro. Así fue como llegó WPA3 a nuestros routers. Este estándar, no obstante, no empezó con buen pie, ya que también tuvo una serie de vulnerabilidades. Poco a poco las han ido parcheando, además de haber introducido nuevas protecciones contra dos nuevos tipos de ataque.
Cada vez hay más routers con WiFi 6 y WPA3 en el mercado, con precios que ya bajan incluso de los 50 euros. Además, las placas base, portátiles y los móviles lanzados en el último año también son compatibles con ambos estándares. El estándar WPA3 va recibiendo constantes mejoras.
Así, en diciembre de 2019, WPA3 recibió su primera gran actualización de mejoras, parcheando ataques de gemelo malvado cuando se usa EAP-TLS, EAP-TTLS o EAP-PEAP. En diciembre de 2020 incluyó otras novedades frente a varios ataques que estaban en activo en la red. En total, hay cuatro
Con estas pequeñas mejoras, el estándar se va haciendo poco a poco más seguro y robusto, luchando contra los ataques de diccionarios que se podían llevar a cabo con WPA2, y que exigían poner una contraseña compleja y larga para evitar que nos la saquen por ataques de fuerza bruta. La potencia de las tarjetas gráficas actuales, o la posibilidad de contratar servidores para tareas de cálculo, hace que en cuestión de horas o días a lo sumo se puedan crackear contraseñas de menos de 10 caracteres con un diccionario correcto si usamos WPA2. Por tanto, cuanto antes vayamos pasando a WPA3, mejor.