Llevamos escuchando la misma canción durante varios, pero realmente no termina de pasar nada. Hace años que muchos empezaron a advertir un colapso por el fin de las direcciones IPv4 y la necesidad de adoptar IPv6. Esto se debe a que sólo existen 4.294.967.296 direcciones IP posibles con IPv4, mientras que tenemos 340.282.366.920.938.463.463.374.607.431.768.211.456 direcciones IPv6 disponibles. Las peores previsiones se cumplieron ya en 2016, pero han pasado cuatro años y todo sigue funcionando a la perfección. ¿Qué ha pasado en realidad?
En noviembre de 2016 publicábamos que todas las direcciones IPv4 habían sido asignadas y que el mundo necesita ya IPv6. Es lo que nos habían hecho creer. En aquel momento, Google confirmaba que sólo el 14,6% de los s a nivel mundial utilizaba ya IPv6 y que en España la cifra era de sólo el 0,08%. Mirando la misma fuente en 2020, la adopción a nivel mundial es del 29,45% y en España del 2,69%, bastante por detrás de la práctica totalidad de Europa y de otros países del primer mundo.
utilizar CG-NAT en sus conexiones fijas. Básicamente es una técnica que permite el uso de una misma IPv4 pública en la que se asociarán direcciones IPv4 privadas de forma simultánea. Con una misma dirección IP pública se puede dar servicio a varios clientes. Aunque el común de los s no notará diferencia, sí es cierto que podemos tener problemas con aplicaciones y servicios que requieren puertos específicos (instalar un servidor web, por ejemplo).
A corto plazo, parece complicado que se adopte masivamente IPv6 pese a los años de advertencias. Lo cierto es que los operadores y otras organizaciones han ido adaptándose a esta supuesta escasez de direcciones y en pleno 2020 todo sigue funcionando sin problemas. Países como España están a la cola en adopción de esta tecnología y la evolución de los últimos 4 años en todo el mundo no nos lleva a ser muy optimistas al respecto.