Los pendrives, y las memorias USB, son la forma más sencilla y barata de ampliar el almacenamiento de cualquier dispositivo, guardar todo tipo de datos, y compartirlos con otras personas. Hoy en día podemos encontrar memorias USB y tarjetas de memoria con varios cientos de gigas a precios muy baratos, al alcance del bolsillo de cualquiera. Y esto hace que, muchas veces, nos lancemos de cabeza a comprar este tipo de unidades sin pararnos a pensar que nos están engañando.
En un principio, estas memorias funcionan igual que el almacenamiento de los móviles, los SSD de los ordenadores, o cualquier otro sistema de almacenamiento flash. Utilizan chips de memoria NAND para almacenar los datos del y permitirles acceder a ellos de forma aleatoria. Sin embargo, la empresa de recuperación de datos alemana CBL ha detectado una tendencia, muy preocupante, con la que muchos fabricantes de
También podemos encontrar muchos SSD falsos de Samsung, con un espacio de almacenamiento falso, en cuyo interior fácilmente haya dos pendrives, o tarjetas de memoria, soldadas.
Los problemas de estas unidades
¿Y qué pasa con estas unidades? Muy sencillo. Lo primero es que nos están engañando para sacarnos el dinero. Falsifican una marca, que supuestamente da calidad muy alta, para vendernos, a un precio más barato, un producto que nada tiene que ver, ni en fiabilidad ni en velocidad.
Si lo compramos, tendremos un pendrive de una calidad muy baja. Si la capacidad es real, ni tan mal, ya que lo podremos usar. Pero si se ha falsificado su capacidad, encima ni podremos usarlo con normalidad. Y, aunque la capacidad sea real, la fiabilidad es prácticamente nula, y podemos perder todos los datos en cualquier momento.
Además, estas unidades pueden venir con malware oculto, incluso en el propio firmware de la unidad. Por si acaso, mejor desconfiar de estos chollos, ya que nos pueden salir muy caros.