La fibra óptica ya llega a todos los lugares. O, al menos, hasta donde es estrictamente necesario. Por ello, los propietarios de toda la red de cobre de nuestro país ya están desmantelando todas las centrales de teléfono básico, y ADSL, para dejar funcionando únicamente la estructura de fibra óptica.
El año pasado, Movistar llevó a cabo un cierre masivo de centrales de cobre, dejando pocas más de 5500 en funcionamiento, las cuales irá cerrando poco a poco hasta 2026, fecha límite en la que se desmantelará la última central de cobre de nuestro país y, entonces, será cuando la red telefónica básica, y el ADSL, dejarán de funcionar para siempre.
Pero hay otro operador que le va a adelantar por la derecha en cuanto al cierre de las centrales: Vodafone. El gigante rojo aún tiene en funcionamiento más de 1100 centrales de ADSL y de cobre en nuestro país. Y, obviamente, mantener estas centrales le supone mayor gasto de lo que gana con los abonados que aún la utilizan. Por ello, no va a tardar en echar el cierre.
Otra posibilidad es que los clientes contraten una red de datos móviles, ya sea 4G o 5G, redes que cada vez tienen mayor cobertura. Y, gracias a ellas y a tecnologías como el VoLTE, es posible sustituir a los teléfonos fijos convencionales por esta red.
Por último, si ninguna de las opciones anteriores nos sirve, siempre nos quedará la típica conexión por satélite, ya sea a través de operadores locales, o mediante Starlink, la red de satélites universal de Elon Musk.
Como vemos, el cierre del ADSL es imparable y en cuestión de pocos meses, todos los operadores darán carpetazo final a esta tecnología. ¡Larga vida a la fibra óptica!