La IA está llegando a todos los dispositivos que te puedas imaginar, pero parece que se ha encontrado con un serio obstáculo en su camino: la memoria RAM. Los dispositivos móviles, en especial, están empezando a dar muestras, al menos algunos, de no ser los recipientes adecuados para las inteligencias artificiales más avanzadas.
Google y su IA Gemini Nano están protagonizando muchos titulares en la prensa tecnológica. Y no es para menos teniendo en cuenta que se trata de una de las propuestas más interesantes que se han visto en los últimos meses. Pero, como se puede ver, el camino de la IA de la empresa no está siendo sencillo. La gran roca que se ha encontrado en su progreso es la memoria RAM de los móviles. ¿Tanta consume?
Problemas con la IA de Google
En principio, todos los proyectos en los que trabaja Google son perfectos para que lleguen a la gama Google Pixel por adelantado y que así los s de estos smartphones tengan buenos motivos para seguir confiando en ellos. No obstante, en el caso de Gemini, Google dijo hace semanas que su inteligencia artificial solo estaría disponible en el Pixel 8 Pro y no en el modelo normal.
La situación es delicada. Si Google no consigue encontrar la forma de ajustar el funcionamiento de Gemini Nano y sigue empeñada en que represente el centro de la experiencia, esto significará que el estándar de 8GB de memoria RAM estará terminado. Los móviles tendrán que dar otro paso adelante y adoptar un estándar de 12GB, mientras que la gama más alta deberá apuntar a los 24GB de RAM que ya se han llegado a ver en algunos dispositivos. Aún así, hacer esto, significará más costes, y no es que el mercado smartphone esté pasando por un momento de gloria como para que los precios vuelvan a subir.
Ahora lo que hay que ver, o más exactamente, lo que Google tendrá que ver, es si todo esto merece la pena o si son demasiados dolores de cabeza solo por su intención de empujar el uso de la IA. Son muchos los s que han reconocido, al menos de momento, que no están tan interesados en la inteligencia artificial y que no la van a convertir en un factor prioritario a la hora de comprar un móvil. No obstante, es posible que la situación cambie en los próximos años. No se puede decir que Google no tenga trabajo por hacer y, no menos importante, decisiones que tomar.