Con el paso de los años, el teléfono móvil se ha convertido en esencial en nuestras vidas. Aunque lo que menos hagamos sea llamar, el propósito original para el que fue concebido, son nuestra puerta de entrada a la inmediatez e inmensidad que supone Internet. Sin embargo, por muy necesarios que sean, no nos apegamos a ellos demasiado y los cambiamos con frecuencia, ¿por qué?
Cada uno aguanta con un teléfono móvil más o menos tiempo, pero lo que quizás no supieras es que la media europea indica que cada de un smartphone lo reemplaza cada tres años.
Cambiamos el móvil cada tres años
Los datos sobre durabilidad de nuestros teléfonos móviles no son nada halagüeños. Concretamente, la vida media de un smartphone en Europa es muy más baja, de tres años, según la Oficina Europea del Medio Ambiente (EEB).
Si extendiéramos todavía más la vida útil de los dispositivos que más utilizamos a lo largo del día, los beneficios serían todavía más increíbles. Retrasar otros tres años la fecha del cambio supondría un ahorro de 4,3 toneladas de CO2. Prorrogar el cambio de móvil otros cinco años serían 5,5 millones de toneladas de dióxido de carbono menos. Si estás pensando cambiar de móvil, quizás quieras tomar estos datos en cuenta y ver si realmente lo necesitas o no y poner tu granito de arena.
“Los modelos de negocios y las cadenas de suministro están optimizados para entregar nuevos productos y no repararlos. Si la capacidad de reparación estuviera bien implementada y fuera asequible, los teléfonos inteligentes podrían durar una década”, concluye Barros.