Apple ha perdido la chispa y, desde hace tiempo, cada vez queda más patente que la empresa que conocemos hoy día solo es un reflejo de lo que representó en el pasado. Esa Apple innovadora, tozuda y transgresora ha dejado paso a una empresa que no encuentra su sitio y que, simplemente, intenta sobrevivir. No obstante, el futuro se está complicando y sus últimas decisiones no ayudan.
La empresa de la manzana amasó una fortuna en la era del iPhone y también hizo maravillas con el iPad. En ese periodo de tiempo, la época dorada de Apple, la entidad tenía el mundo en sus manos. Posiblemente, habría seguido ese mismo camino, pero ya sabemos que, en 2011, ocurrió algo que desmontó la empresa de arriba a abajo. Desde entonces, ha pasado por distintas fases en las que la caída en picado es evidente.
Apple se queda sin ideas
Vamos a hacer un poco de historia para entender lo que está pasando en Apple y el motivo por el cual o lanzan productos que el mundo sabe que no van a llegar a nada, o cancela sus dispositivos antes de que vean la luz. A día de hoy, están tomando decisiones a ciegas, intentando agarrarse a cualquier clavo ardiendo que les permita volver a tener un pelotazo. Pero es obvio que esa no es la solución.
Hasta 2011, Apple tenía a Steve Jobs. El carismático y polémico cofundador de la entidad no era el típico CEO, pero sí tenía bastante de visionario. Prototipos fechados en las décadas de los 70 y los 80 demuestran que ya, por aquel entonces, el genio de la manzana tenía en mente terminales como el iPad. Pero de algunos de sus errores, Jobs debió aprender que hay ideas que, por muy buenas que sean, tienen que esperar. Porque es posible que la sociedad y la industria todavía no estén preparadas para verlas. Por ello, ese supuesto iPad “prehistórico” se quedó en el cajón.
Ahora Apple se encuentra ante otra crisis de identidad y de futuro tras haber cancelado la fabricación de un coche, categoría donde también ha visto cómo sus rivales se adelantaban con unos resultados de primera, como Xiaomi. En las últimas horas se desvela que Apple está investigando para entrar en la fabricación de robots domésticos, sector en el que ya son muchas las empresas de renombre que están trabajando desde hace tiempo, entre ellas Samsung. Y, una vez más, vemos a la misma Apple de los últimos años: agotada, con dificultad para mantenerse en pie, intentando recordarle al mundo lo grande que fue en el pasado.
El problema para Apple, que sigue adelante porque el iPhone continúa siendo el móvil de referencia en el mundo entero, es que la era del smartphone empieza a ver su final. Los expertos auguran un futuro que llegará antes o después, en el cual el móvil ya no será el sistema que usemos para comunicarnos a distancia. Cuando ese día llegue, si es que llega, el iPhone pasará a ser una reliquia del pasado. Y lo mismo le ocurrirá a Apple si no consigue salir de la crisis en la que se ha metido. Pero, hoy por hoy, no parece que tengan capacidad para lograrlo.