Este es el truco que siempre recomiendo utilizar cuando el Fire TV Stick comienza a fallar

Pese a que el Fire TV Stick presenta un funcionamiento muy optimizado, es posible que a medida que vamos acumulando horas de uso, notemos algún lag o algún otro problema general. Si te ha ocurrido recientemente, apunta estos consejos para poder recuperar la normalidad.
El Fire TV Stick de Amazon es uno de los productos más buscados por todos aquellos que buscan vitaminar el número de funciones que le ofrece su televisión. Con este dongle, podemos convertir cualquier TV en una Smart TV en unos pocos minutos. Ofreciéndonos un amplio abanico de funciones y de aplicaciones con las que exprimir al máximo sus posibilidades.
Además, una de sus particularidades es que cuenta con un error puntual. En el caso del Fire TV Stick, para hacer lo propio debemos dirigirnos al menú de “Ajustes” y, a continuación, buscar la opción de reiniciar el dispositivo.
Sin embargo, es posible que el dongle se haya quedado congelado y no reaccione a ningún intento de acceder al menú. O, simplemente, que busquemos algún atajo que nos resulte algo más cómodo para tratar de forzar el reinicio del dispositivo. Por suerte, desde Amazon han pensado en todo y nos permiten obligar a que nuestro Fire TV Stick se reinicie con únicamente pulsar una combinación de dos botones. Sin tener que acceder al menú y sin la necesidad de levantarnos para desconectarlo y volverlo a conectar.
Botón central + botón de reproducción
Si lo que quieres es reiniciar tu Fire TV Stick desde el control remoto, lo único que tienes que hacer es pulsar el botón central y, al mismo tiempo, pulsar el botón de pausa / reproducción. Con esta combinación de teclas, vas a poder comprobar como en cuestión de segundos el dispositivo comienza a reiniciarse y, poco tiempo después, va a estar disponible para funcionar a la perfección.

Este truco es muy útil cuando hemos sometido a nuestro Fire TV Stick a una serie de comportamientos más exigente, como la descarga de aplicaciones, por ejemplo. O cuando hemos abierto al mismo tiempo varias de ellas y no hemos dejado el tiempo suficiente de que procese todo lo que requieren las mismas.
En muchos momentos, puede que no hayamos hecho nada especial para que vaya algo más lento. Simplemente, que a medida que ha acumulado una mayor cantidad de usos, haya comenzado a funcionar algo más lento. De este modo, cerraremos todos los procesos que se encuentran abiertos en segundo plano y que están consumiendo una serie de recursos, provocando una mayor lentitud.