Vender un vehículo de ocasión sin comunicar a su nuevo propietario toda la información importante relativa a su funcionamiento, averías y vicios ocultos puede ser motivo de sanción. Así lo ha afirmado la Justicia.
La compraventa de vehículos de segunda mano no está exenta de riesgos. Por la propia naturaleza del producto con el que se está realizando la transacción, muchos vendedores tratan de ocultar parte de la información del vehículo con el objetivo de poder aumentar al máximo su valor en el mercado de ocasión. En la mayoría de los casos, no es posible determinar el estado real del vehículo hasta que no es examinado por un profesional experto.
Esta es precisamente la situación que ha vivido el protagonista de esta noticia. El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº1 de Coín, Alejandro Zamorano Leal, ha decidido sancionar con 5.695 euros al vendedor de un todoterreno tras constatarse que había sido vendido con una serie de anomalías que no había puesto en conocimiento de su nuevo propietario. Es decir, había realizado la transacción con una serie de vicios ocultos.
averías eran propias de un coche antiguo como este. Además de demostrar que tenía la ITV superada y en vigor. Finalmente, cuando se puso en manos de la Justicia la situación, la sentencia concluyó que, efectivamente, existían vicios ocultos, como demostraba un informe pericial.
En estos casos, y con la intención de no encontrarnos en situaciones similares a la descrita, siempre es recomendable pactar entre las dos partes una revisión previa a la formalización del contrato de compraventa con el objetivo de que un profesional pueda verificar que el estado del vehículo es exactamente como se describe. Además de solicitar la máxima cantidad de información y documentación posible.