La polémica está servida. Un grupo de científicos ha puesto sobre la mesa un descubrimiento que no ha tardado en generar un largo debate: hay un satélite que se ha convertido en uno de los objetos más brillantes que se pueden ver en el cielo. Muchos especialistas están molestos y creen que se trata de una situación insostenible.
Debería ser una estrella, un planeta o cualquier otro tipo de astro, pero no un satélite. Eso es lo que explican los científicos de la International Astronomical Union en el informe que han publicado hace unas horas. Se quejan sobre cómo el prototipo de satélite BlueWalker 3 está generando un nivel de luz sin precedentes en su campo. Es tan brillante que está generando muy malas reacciones entre quienes observan los cielos. Y seguro que este nombre te suena, puesto que se trata del satélite que utilizan AST SpaceMobile y Vodafone para las pruebas que están haciendo del 5G por satélite, y de las que te hablamos hace unos días.
El satélite de la discordia
En esta situación hay dos puntos de vista que se han enfrentado rápidamente. Por un lado, se encuentran los astrónomos, a quienes no les ha gustado nada que este satélite esté en los cielos emitiendo un nivel de luz exagerado. Por otro lado, están los responsables de AST SpaceMobile que no hablan de mal menor, pero se entiende por sus palabras que están decididos a continuar desplegando este tipo de satélites si eso significa poder mejorar las redes de telecomunicaciones de las que hacen uso las personas del mundo entero.
El choque es lógico y apunta a que, en el futuro, podría llegar a ser incluso más grave. No se espera que ninguna de las dos partes ceda por completo y tampoco hay una regulación que, de momento, esté poniendo control al lanzamiento de nuevos satélites. Dicen desde AST SpaceMobile que su plan es que tengan 90 satélites de similares características dentro de poco y hablan de cómo otros proyectos paralelos, como
¿Y qué va a ocurrir a partir de este punto? La buena noticia es que los científicos y los de AST SpaceMobile han comenzado a dialogar. El objetivo es encontrar una solución para que los satélites puedan estar en los cielos sin que suponga un riesgo para la sociedad ni una molestia para los astrónomos y aficionados. Por ahora, dicen desde AST que están estudiando varias soluciones que deberían permitir que sus satélites pierdan esa cualidad reflectante sin que acabe afectando al servicio de conexión por satélite.
También están abiertos a reposicionar los satélites a zonas en las que no produzcan ningún efecto negativo como los que se están registrando hasta ahora. No parece que las cosas vayan mal, pero en el futuro no hay que olvidar que habrá muchos más satélites en los cielos.
Y no, no es el único satélite que está complicando las cosas a los astrónomos. Desde hace tiempo existe una polémica con Starlink, el sistema de satélites para ofrecer Internet de Elon Musk. La causa es que son demasiado brillantes para algunos telescopios y producen problemas en la captación del espacio exterior. Musk ya está trabajando en un recubrimiento especial para «oscurecerlos». ¿Llegará un momento en el que sea difícil mirar las estrellas tal y como lo hacemos ahora?