Hace un calor horrible y quizá estés sudando sin parar. Pero lo cierto, es que no te encuentras tan mal. Al menos, de momento. Y eso es posible que haga que te despreocupes. No obstante, debes saber que el cuerpo humano tiene unos límites por mucho que te encuentres bien y que te parezca que «no pasa nada». Es conveniente que los conozcas y que así evites exponerte a sufrir un golpe de calor u otros problemas de salud.
Miles de personas fallecen todos los años víctimas del calor. En muchos casos, el problema viene porque presionamos demasiado nuestro cuerpo y lo llevamos mucho más allá de los límites que puede tolerar. El exceso de confianza en nosotros mismos y el no querer complicarnos, nos lleva a sufrir golpes de calor, deshidratación y muchas otras condiciones que pueden derivar en la muerte. La única forma de evitarlo es conociendo nuestros propios límites.
La temperatura húmeda
Nada de lo que hayas leído sobre los límites de calor comparados a la temperatura que hace en el exterior te va a ayudar a tener una idea clara y real de hasta dónde puede llegar tu cuerpo. Porque ese no es el sistema con el cual se mide. Nos tenemos que remontar a un estudio
¿Y sin estar enfermos? ¿Qué temperatura ambiente podríamos llegar a resistir? Aunque por motivos obvios faltan estudios que pongan a prueba los límites, los científicos sí que utilizan los datos que se reciben, principalmente, de la competición mundial de sauna. En este contexto, la máxima temperatura de la sauna que ha sido capaz de soportar una persona ha sido de 110 ºC, pero hay que tener en cuenta que, si bien uno de los participantes sobrevivió, el otro falleció víctima del calor. Dicen algunos aficionados a las saunas, no obstante, que han llegado a soportar varios minutos en cabinas que han llegado incluso a los 160 ºC. Pero esto son, sin duda, extremos.
Para salir de dudas y tenerlo más claro, te recomendamos que vuelvas al concepto de la temperatura húmeda y que lo utilices aquellos días en los que haya más riesgo para ti. Si la temperatura alcanzada es de 35 ºC o se acerca a ese límite, no significará que caerás al suelo al instante víctima del calor, pero sí que irás encontrándote mal poco a poco si no le pones remedio. Ante todo, ¡mucho cuidado!