Coincidimos al reconocer que los badenes tienen la capacidad de evitar accidentes y que, indudablemente, los evitan. Pero también es fácil coincidir al decir que estos sistemas de reducción de velocidad pueden ser dañinos para tu vehículo. Cuando se pasa por ellos hay que ser muy cuidadosos para no terminar dañando el coche en algunos de sus componentes principales, como los neumáticos o la suspensión.
Los porcentajes de accidentes debido a exceso de velocidad han bajado en las últimas décadas a raíz de la instalación de badenes. También conocidos como vados, reducen la velocidad a la que avanza tu vehículo para evitar situaciones de riesgo. No obstante, al mismo tiempo te exponen a sufrir otros daños. Por ello es recomendable que sepas cuáles son los riesgos y cómo afrontarlos. Así podrás mantener tu vehículo en el mejor estado posible.
Daños en los neumáticos
Que los neumáticos sufran no solo es un problema debido a los riesgos a los que te expones por tenerlos en mal estado, sino que también es una noticia terrible para tu cartera. Si alguna vez has tenido que cambiar los neumáticos sabrás que implica unos costes y molestias que no resultan agradables. Y aunque cambiarlos es obligatorio y se encuentra dentro de las obligaciones del conductor, los badenes pueden hacer que tengas que poner nuevos antes de lo previsto. Lo problemático es que los badenes pueden ser tan dañinos para los neumáticos como los bordillos de la calle. Si hay un badén que no esté en buen estado, y seguro que ya sabes que son muchos los que no lo están, podrías provocar un efecto muy negativo en alguno de los neumáticos.
alquilado a un particular. Hay que llevar el coche con suavidad y no dejarse llevar por los impulsos. Asimismo, tampoco deberías frenar en seco en el momento en el que llegas al badén. Piensa que su instalación está pensada para que vayas reduciendo la velocidad de manera progresiva hasta que puedas pasar por su superficie y avanzar.
Al mismo tiempo, al conducir lentamente pasando por el badén también estarás evitando los problemas y daños que se puedan causar debido a que este se encontraba en mal estado. Y, como último consejo, no hagas un cambio de marcha ni tampoco pises el embrague cuando vayas a pasar por el badén. Si sigues estas recomendaciones, al menos, reducirás al máximo posible los posibles daños que estos reductores de velocidad pueden causarle a tu coche.