BMW sabe que el coche eléctrico es la gran vía del futuro de la movilidad, aunque hay alternativas como las del de hidrógeno que no le gustan tanto. Y es que la firma alemana no ha sido siempre tan partidaria de esta tecnología que, pese a que tiene mucho que ver con el EV que hoy conocemos (y que ya tienen), BMW prefiere esperar, por el momento, a la opción del coche de hidrógeno.
BMW da el sí al coche eléctrico y espera al hidrógeno
Alejándose bastante de la filosofía de coches pasionales, deportivos y temperamentales de la marca alemana, BMW prefiere seguir mostrándose con los que son los
Porque sí; entre los planes de la marca se encuentra un vehículo que funcionará con esta pila de combustible de hidrógeno. De hecho, ya tiene fecha: será a finales de 2022 cuando los alemanes lancen el que será el primer coche con esta tecnología, si bien no es su gran apuesta.
Este será el i Hydrogen NEXT, que se basa en su X5 propulsado por un motor eléctrico que funciona mediante una pila de hidrógeno. La elección del modelo es más que obvia, dado que el espacio que permite la plataforma del X5 siendo un todocamino facilita la instalación de tanques de hidrógeno a muy alta presión, la propia pila de combustible, y demás elementos de la cadena cinemática totalmente eléctrica. Será de propulsión trasera únicamente.
La tecnología de hidrogeno tiene mucho potencial
Este próximo X5 de hidrógeno será un coche de BMW en el que la pila de combustible hará reaccionar el hidrógeno almacenado a alta presión con oxígeno que toma del aire común. La reacción química produce electricidad y vapor de agua, siendo este expulsado por el tubo de escape. Una historia longeva que ahora ha vuelto para ser una alternativa muy factible. Es un modelo alternativo, pues hasta 2021 Mercedes tenía un modelo similar basado en el GLC, pero se abandonó su desarrollo en favor de la rama de camiones.
Sin embargo, desde la empresa de Múnich no lo ven en sus máximos, y hasta lo han denominado como un ‘modelo de prueba’ del que no esperan grandes resultados ni evoluciones.
Esta vista de la firma lleva la contraria a algunas de sus rivales pues, aunque la industria está volcada en los coches puramente eléctricos, la tecnología de pila de hidrógeno tiene mucho potencial, la cual también elimina las emisiones, permite un repostaje rápido y ofrece además autonomías de mayor rango. Ello se ha demostrado con el destacado Hyundai Nexo (aquí su ficha técnica) y después con el Toyota Mirai, que ha superado los 1.000 kilómetros con un único repostaje.