Apple anunció ayer sus nuevos MacBook Pro para 2019, con actualización de componentes, como nuevos procesadores de Intel con hasta 8 núcleos. Estos portátiles incorporan dos mejoras que solucionan fallos que hasta ahora Apple negaba, diciendo supuestamente adiós a los problemas con la pantalla y con el teclado.
Adiós a los problemas de teclado y pantalla en los MacBook
El de la pantalla ocurría cuando, pasados unos meses de abrir y cerrar la pantalla, el fino conector que une la pantalla al resto del cuerpo se rompía, mostrando primero iluminación irregular, y finalmente muriendo. Al darse cuenta de ello, Apple creó otro ribbon ligeramente más largo para evitar el problema, pero no lo reconoció para los s que habían comprado ya el MacBook Pro.
También han afirmado que van a reducir el tiempo requerido para reparar los teclados, y que van a cambiar el de todos los modelos, estén o no dentro de garantía, y de manera gratuita. Por último, con respecto a la pantalla, también repararán los MacBook afectados, que son los de 13 pulgadas de 2016 fabricados entre octubre de 2016 y febrero de 2018, aunque ha habido quejas de algunos otros modelos.
Así, Apple soluciona dos de sus problemas con su servicio postventa. El primero era no reconocer los problemas, y el segundo era no cubrir bajo garantía problemas que debían estarlo. El sobrecoste de sus ordenadores no estaba justificado, ya que el servicio técnico trataba a los clientes de locos negando la existencia de fallos. Estos portátiles de 2019, por tanto, podrían ser los primeros en un lustro sin incluir fallos de diseño a nivel de hardware, más allá probablemente del thermal throttling al requerir toda la potencia de los procesadores Intel que equipan.