Un tribunal de los Estados Unidos, con una reciente sentencia contra Tinder, ha considerado discriminatoria la tabla de tarifas de la aplicación. En ella se recogen los precios correspondientes a sus ‘servicios ’, tanto Tinder Plus como Tinder Gold –según el mercado-, y las particularidades de cada servicio. En estos precios se hace una diferencia entre s, según la edad, que es lo que se considera una discriminación en contra de los s mayores de 30 años.
Tinder quiere ser una aplicación para jóvenes, o eso es lo que se entiende al revisar su tabla de precios. En ella se recoge que El funcionamiento de Tinder es sencillo, o lo era cuando inició sus andadas la aplicación. Funciona prácticamente como un catálogo de personas en el que se muestra una fotografía y la información básica introducida por el propio . Esta fotografía se puede deslizar a izquierda o derecha, y esto significa que ‘aceptamos’, o no, al o en cuestión. Si lo aceptamos, y coincidimos con la otra persona, entonces podremos establecer una conversación privada en un servicio de mensajería instantánea que, a grandes rasgos, es como WhatsApp.
En todo esto, de forma progresiva Tinder ha ido introduciendo funciones especiales como el ‘Super Like’ y similares. Para darle una demostración aún mayor a alguien de que nos ha gustado, y llamar la atención de esta persona, entonces podemos usar estas ‘funciones especiales’. Pero es ahí donde entra el servicio de pago. Y en él, Tinder había estado discriminando a los mayores de 30 años, presumiblemente para contar con s más jóvenes en su servicio.