Este pasado año no ha sido el mejor para WhatsApp en cuanto a la estabilidad del servicio. La compañía de Mark Zuckerberg anunció que a finales de 2017 arrancaría la migración a sus servidores –de Facebook- desde el IBM Cloud, y eso justificaría las varias caídas que se han producido este año. Y como no podía ser de otro modo, en Nochevieja volvimos a quedarnos sin WhatsApp, pero lo que explica esta caída temporal del servicio es otra cosa: el tráfico fue increíblemente alto.
Lo que ocurrió fue tan sencillo como una congestión de la plataforma. Desde la compañía de Mark Zuckerber, el pasado mes de julio anunciaron que 55.000 millones de mensajes eran enviados cada día de media, con 4.500 millones de fotos y 1.000 millones de vídeos aproximadamente. Así que con esos datos podemos hacernos una idea aproximada del tráfico de intercambio que es capaz de soportar la red de servidores ‘en cloud’ que ofrece IBM a WhatsApp, y que muy pronto se abandonará en favor de los servidores propios de Facebook. Pero es que en Nochevieja el tráfico de WhatsApp fue muy superior.
el peso de los vídeos es mucho mayor que el de fotografías y texto, parece que este fue el punto crítico. Habrá que ver más adelante si con la migración a los servidores de Facebook esto sigue ocurriendo, porque el volumen de intercambio de WhatsApp no deja de crecer, y el peso de los archivos tampoco.