El WiFi suele dar problemas de intensidad de señal y cobertura en interiores, por los obstáculos y las interferencias que suponen todos los objetos, muebles e incluso las paredes. Pero los repetidores y las antenas, entre otros dispositivos para la instalación, pueden ayudar a que la señal WiFi llegue de forma correcta y aprovechemos la máxima velocidad posible. Pero ¿qué hay de los jardines y las terrazas? Existen repetidores y antenas específicos para esta zona de la casa. Los repasamos, y también sus ventajas.
Ocurre algo similar a lo que pasa con las antenas de televisión –cuando eran por ‘cuernos’, y similares-. Y es que, aunque su funcionamiento es idéntico, las antenas de exterior cuentan con una construcción más resistente, por ejemplo, al agua. Lo más recomendable es tenerlas siempre a cubierto, bajo un techo, pero las hay que pueden estar perfectamente expuestas al sol y la lluvia y no se estropean. Por lo demás, en principio, pocas diferencias existen. Lo que sí debemos contemplar es la potencia de la misma, si el jardín es grande, o bien instalar varias para que la cobertura sea óptima.
repetidores WiFi, o ‘extensores’ de la señal, deberemos tener cuidado de no exponerlo a la lluvia, porque no cuenta con resistencia al agua. Otro modelo de TP-LINK, más sencillo y económico que los anteriores –39 euros-, es también válido para exteriores, pequeño, con WiFi n hasta 150 Mbps y sobre los 2,4 GHz.