En 2012, Mega sufrió una redada en la que se incautaron 1.100 servidores de la empresa en Estados Unidos, mientras que otros 32 servidores fueron sustraídos en Canadá. En esos servidores se encontraban los datos de los s, así como otra información que el FBI entendía importante y relevante para el caso contra Mega.
El FBI no podrá acceder a los servidores canadienses de Mega
El problema es que ahora no podrán acceder a esa información. Así lo ha dictaminado el Tribunal de Apelaciones de Ontario, en Canadá. De esta manera, el FBI no podrá acceder a esta información, en una batalla por determinar quién podía tener a ella. Han pasado cinco años, y apenas se ha avanzado todavía en el caso.
El juez afirma no tener dudas en que el FBI cumpliría con su palabra de no implicar a agentes relacionados con la investigación de Mega, pero afirma que el juicio podría parecer injusto y parcial de cara a la opinión pública, razón por la cual ha impedido que se realice este análisis por el FBI.
Por tanto, los servidores seguirán en manos de la Royal Canadian Mounted Police (RCMP) cogiendo polvo y probablemente dañándose con el paso del tiempo, en el mismo sitio en el que llevan estando desde 2012. A estos servidores se le suman los de Estados Unidos, los cuales están ya empezando a fallar por tanto tiempo de inactividad. Mega argumenta que si hubieran podido tener ellos el a los datos, éstos seguirían siendo accesibles.