¿Bloquear dominios para ver como a los pocos días salen una o varias alternativas u optar por filtrar el tráfico para evitar los sitios piratas? Son varias las formas con las que se busca acabar con la piratería, aunque todas ellas han demostrado ser poco efectivas. Hoy nos hacemos eco de un estudio que pone de manifiesta que los filtros a la piratería son muy caros y están muy lejos de ser perfectos.
La DCMA es una de las leyes más antiguas en relación con la piratería, protegiendo a los proveedores de Internet siempre que procesen los bloqueos de portales que infrinjan los derechos de autor y traten con mano dura a los que sean reincidentes. Sin embargo, en los últimos tiempos se está abusando enormemente de esta medida para bloquear páginas web, hasta el punto de recibir numerosas quejas por ello.
Pese a ello, las entidades gestoras de derechos de autor e industria audiovisual, señala que sigue sin ser suficiente para terminar con la piratería. Para los s, esto se traduce en cada vez más censura de un Internet libre. La alternativa que proponen para endurecer la lucha contra la piratería pasa por los filtros automatizados.
luchar contra la piratería para desplegar unas costosas herramientas de filtrado, que además son fácilmente evadibles, perjudicaría profundamente a los s y a los creadores de contenido”.
Los responsables del estudio afirman que el filtrado tiene límites. Por ejemplo, los formatos cambian con el paso del tiempo e incluso pueden ocultarse para “hacerse pasar por otro tipo de archivos”. ¿Qué pasaría con una web que comparte .torrent de contenido legal? Lo cierto es que el filtrado de contenidos tiene más desventajas que ventajas.