Los fabricantes de automóviles introducen cada vez más la conexión WiFi como un reclamo para sus diferentes modelos. Y el salto de conectividad de los vehículos es inevitable, puesto que será un requisito en la conducción autónoma. Mientras tanto, la mayoría hacemos uso de esta red WiFi en el coche –como ocupantes- para la música o vídeo en streaming y consultar las redes sociales, entre otros. Pero si tu coche no venía con conectividad WiFi preinstalada ¿cómo la podemos montar nosotros mismos? Pues, en realidad, es realmente sencillo.
Como podrás imaginar, los vehículos que traen WiFi preinstalado ofrecen esta red local en el vehículo a través de una conexión 4G LTE con la red móvil. Y con esta conexión se ‘comparte’ la señal a otros dispositivos, a través de WiFi. Para hacerlo nosotros mismos tenemos dos opciones: usar un smartphone como punto de , o bien hacernos con un router 4G portátil que, igualmente, lo que hará es conectar con la red móvil y compartir su conexión con otros dispositivos dentro del vehículo a través del estándar WiFi. Según esto, por norma general conseguiremos 150 Mbps de velocidad máxima, compartida entre los dispositivos conectados a esta red.
utilizar un smartphone como punto de WiFi. En cualquiera de los casos necesitaremos una tarjeta SIM 4G LTE y, evidentemente, también una tarifa de datos móviles. La ventaja de usar el smartphone es que no vamos a necesitar una SIM adicional, pero las limitaciones son mayores en cuanto a las prestaciones de la red WiFi, además de que la batería del dispositivo se consume mucho más rápido cuando lo utilizamos para estas cuestiones.
Así puedes convertir cualquier impresora en WiFi e imprimir desde cualquier equipo conectado a la misma red.