Las cámaras de acción GoPro han sido un referente en el sector desde su fundación en 2002 y su posterior salto a las cámaras digitales, permitiendo crear planos imposibles hasta entonces debido al elevado peso que tenían las cámaras y a la incomodidad para llevarlas encima. La versatilidad, junto con la calidad de estas cámaras las encumbró a un éxito que al parecer es más efímero de lo que parecía.
Demasiada competencia, que incluso mejora a sus cámaras
Las ventajas que tiene una empresa cuando lanza un producto innovador es que inicialmente tiene la posibilidad de llevarse a todo el mercado a nivel de ventas. El problema es cuando pasan los años y empiezan a surgir empresas competidoras. Hasta la pasada GoPro Hero 4, la empresa de las cámaras de acción no tenía competidor en términos de calidad. No había ninguna cámara de acción mejor por su precio.
GoPro salió a bolsa en 2014, y desde entonces ha perdido un 60% de su valor hasta los 9,83 dólares en el día de ayer, habiendo caído un 45% este mismo año. Esto es debido a que las ventas de cámaras no han dejado de caer en los últimos cuatro trimestres, a pesar de que en el Black Friday las ventas aumentaran un 35% con respecto al mismo día del año pasado. Debido a las malas ventas, el actual presidente Tony Bates dejará la empresa a finales de año.