Los coches eléctricos tienen diversas ventajas frente a los coches con motor de explosión: no hacen ruido, no contaminan (al menos no de manera directa cuando circulas), y a nivel de velocidad y aceleración tienen un par bestial, entregando toda la potencia desde el primer momento, y para ello un coche de explosión necesita mucha más potencia, y sobre todo, consumo.
Tesla ha lanzado de momento al mercado coches caros con el fin de ir acumulando dinero para producir el Tesla Model 3, de 35.000 dólares, más asequible para la mayor parte del mercado. A partir de mediados del año que viene, eso cambiará cuando el Tesla Model 3 sea lanzado al mercado.
De momento, los compradores tienen la opción de comprar otros modelos de Tesla, como el Model S y el Model X, los cuales han sufrido una ligera mejora, anunciada por Elon Musk en el día de ayer. A partir de ahora, se incluye una nueva batería un 10% más grande, con un 20% más de capacidad, convirtiendo al Tesla Model S P100D en el coche eléctrico de mayor autonomía de la historia. La batería P100D tiene una capacidad de 100 kWh.
Los poseedores de un Tesla Model S podrán actualizar a esta batería por 20.000 dólares, y la anterior se reciclará. Los que hayan pedido un coche con la P90D podrán pedir que se les cambie la batería por ‘sólo’ 10.000 dólares. En función de la batería que se elija, el Model S costará ahora entre $66.000 y $134.500, y el Model X entre $74.000 y $135.500.