Tener un NAS en tu hogar es realmente cómodo si tienes varios dispositivos. Con sólo tenerlo encendido, puedes acceder desde tu ordenador de sobremesa o portátil, tablet o móvil a tus archivos sin tener que estar pasándolo de un dispositivo a otro. Incluso si se configura adecuadamente, se puede acceder a esa información desde fuera de casa.
El único inconveniente de un NAS puede ser el precio, y el consumo energético. Por suerte, la Raspberry Pi siempre estará ahí velando por nosotros. Si tienes un disco duro que no uses, o incluso si quieres comprar uno (
En el caso de Android, dependiendo del navegador de archivos, también se puede añadir la unidad de red compartida, y acceder a ella con un explorador de archivos como ES File Explorer o Solid Explorer.