Vivimos en un momento donde los avances de las tecnologías han hecho que las empresas, instituciones y entidades bancarias se tengan que preocupar mucho más por su seguridad informática que por la propia seguridad de sus locales, edificios u oficinas. Y es que hoy en día, los ciberdelincuentes son capaces de atracar un banco sin moverse de la silla que tienen frente al ordenador de su casa.
Aunque suene algo sencillo, sin duda no lo es, ya que hoy en día solo es capaz de hacer algo así una persona o grupo de personas altamente cualificadas para conseguir saltar las barreras de seguridad que existen hoy en día, salvo si nos referimos al Banco Central de Bangladesh.
switches utilizados habían sido comprados de segunda mano por tan sólo 10 euros.
Aprovechando se esto, los delincuentes consiguieron hackear la impresora que a diario sacaba en papel todas las transacciones para que estas operaciones no aparecieran y además aprovecharon para realizarlas durante el fin de semana, momento en el que ningún empleado revisa estos datos.
Esto ya aclara todo, y es que ante estas pobres medidas de seguridad la vulnerabilidad del banco era enorme, algo que además ahora complica las tareas de investigación para saber cuál fue el agujero que concretamente utilizaron los ciberdelincuentes para colarse finalmente en los sistemas del banco y poder realizar todas transferencias.