Rara es la persona que no tiene en su teléfono móvil una tarifa de datos que le permita conectarse a Internet, consultar el correo, usar determinadas aplicaciones, consultar sus redes sociales o chatear por WhatsApp. Sin embargo, la gran mayoría trata de contratar aquellas tarifas que más económicas le salgan en función de sus necesidades. De ahí, que la mayoría de la gente deje de usar sus datos móviles cuando llegan a casa y comienzan a usar su red WiFi desde el móvil.
A priori esto parece algo sencillo, basta con encender el WiFi de nuestro teléfono, buscar las redes disponibles a nuestro alcance, seleccionar la de nuestra casa e identificarnos con la contraseña establecida para comenzar a usarla, algo que haremos posteriormente de forma automática con sólo activar la WiFi del terminal.
192.168.1.1. El y contraseña por defecto suele ser / o /1234.
Una vez dentro de la consola de configuración del router debemos comprobar que la red WiFi esté activada, que el nombre de la red (SSID) sea el mismo que aparece en la pegatina que se encuentra debajo del router, que la opción de ocultar red WiFi no esté marcada y que la selección del canal esté en modo Auto.
Una vez realizadas estas comprobaciones, si alguna de ellas no es correcta debemos proceder a cambiarlas y guardar las modificaciones realizadas para posteriormente volver a reiniciar el router y que coja los nuevos parámetros. Si en esta ocasión ya vemos como la luz WiFi del router aparece encendida o parpadeante, es momento para que volvamos a intentar conectar nuestro móvil a ella.
En el caso de que sigamos sin detectarla, debemos comprobar si con otros dispositivos la vemos y nos podemos conectar. En caso afirmativo el problema estaría en el terminal móvil, y en caso contrario deberíamos ponernos en o con nuestro proveedor de Internet puesto que el error podría estar en el propio router.